Alberto Giménez Artés, presidente de la Fundación Economía y Salud
Miguel A. Gallego
Alberto Giménez Artés es el presidente de la Fundación Economía y Salud, que se creó por iniciativa de un grupo de
personas relacionadas con el sector de la salud, muy conscientes del escaso conocimiento que se tiene de este
sector por los agentes económicos, quienes lo consideran como simple sector de gasto y no de inversión.
Instituciones como SEDISA (Sociedad Española de Directivos Sanitarios) ANDE, la escuela de Negocios IESE, La FED
(Federación Nacional de la Dependencia), Accenture, New Health, entre otros, apoyaron desde el primer momento a la
Fundación
Sus objetivos, por tanto, son impulsar el conocimiento del sector de la salud como sector estratégico en el fomento
de la actividad económica, así como el de contribuir a su mejora y reorganización mediante medidas concretas e
integradoras que aseguren su sostenibilidad y aumente su eficiencia y calidad.
¿Sobre qué valores se asienta la Fundación? ¿Cómo se financian ustedes?
La Fundación apuesta por una decidida defensa de nuestro Sistema de Salud y del Estado de Bienestar mediante una
visión integradora de los distintos agentes que operan en el mundo de la salud y de las líneas de innovación y
conocimiento existentes, un esfuerzo de objetividad en los análisis y en las propuestas, y grandes dosis de
coherencia y pragmatismo
La Fundación se financia con donaciones de particulares y empresas. En el Foro Internacional que realizamos el
pasado año contribuyeron entidades como Amgen, Baxter, Biogen, Ferrer, Fresenius, Novartis, Otsuka y Roche
¿Cómo puede contribuir el sector de la salud al crecimiento económico de nuestro país?
La salud contribuye al desarrollo económico de nuestro país desde un aspecto tan primario como procurar la salud de
sus ciudadanos, lo que les hace ser más productivos. Existe la creencia errónea que el desarrollo de los pueblos
trae la salud, cuando es justamente al contrario.
Junto a ese aspecto primario, el sector de la salud es un sector que genera inversión, riqueza, conocimientos en
tecnología exportables al mundo y creación de empleo intensivo y no deslocalizable. España está considerada, además,
como uno de los países más avanzados del mundo en servicios de salud, lo que nos coloca en una posición de
privilegio para que vengan a España personas procedentes de otros países a utilizar estos servicios. Nuestro país
puede y debe ser uno de los líderes mundiales en calidad sanitaria.