Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 297 Abril de 2024

Javier Fernández-Cid Plañiol, presidente de Acción Social Empresarial

Felipe Alonso

La sociedad precisa de una actividad por parte de directivos y empresarios que vaya más allá de la dirección de una compañía, o de los ingresos de tal o cual volumen por sus actividades diversas. Requiere, a juicio de Javier Fernández-Cid, un “compromiso ético” que lo puede ofrecer la doctrina social de la Iglesia desde un punto de vista laico y no eclesiástico, y para ello, ya en 1951 se creó Acción Social Patronal, embrión de lo que hoy en día es Acción Social Empresarial (ASE), que en 1971 fue el resultado de la adaptación de los antiguos estatutos.
Fernández-Cid está a punto de cumplir un año al frente de la asociación. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ha ocupado, durante su carrera profesional diferentes cargos directivos con entidades aseguradoras, como reasegurador internacional que es. Actualmente es miembro del Consejo de Administración y de la Comisión Directiva de Mapfre Reaseguros, del Consejo de Administración de Mapfre Asistencia, y del Consejo de Administración y del Comité de Auditoría y de Riesgos de Groupe Vaudoise Holdings.

¿Qué es ASE?
Es una asociación privada, sin ánimo de lucro, de empresarios y directivos cristianos, erigida por la Conferencia Episcopal Española (CEE). Somos laicos, comprometidos con la labor social de la Iglesia, aplicando a la práctica la doctrina social de la Iglesia, en nuestras actividades profesionales y, como tales, damos testimonio de ello en el desarrollo de nuestra vida empresarial. Formamos parte de la Unión Cristiana Internacional de Ejecutivos de Negocios (UNIAPAC), donde hay diferentes confesiones, y que cuenta con presencia en más de 38 países de Europa, América Latina, África y Asia.

La asociación nace en el año 1951, como Acción Social Patronal y luego se ha cambiado a Acción Social Empresarial.
Sí. Inicialmente fue creada en un momento de remodelación que tuvo el laicado en España, en el año 1951, fundada por un grupo de empresarios y directivos que vieron la existencia de UNIAPAC y lo que en ella se hacía desde Bruselas. Esos iniciadores se dieron cuenta de que el asociacionismo cristiano no se desarrollaba tanto en España como el asociacionismo obrero en esa época, y ahí se gestó. Y en cuanto al cambio, fue en 1971. Se quería dinamizar la labor social de las empresas y el término patronal era un tanto antiguo. Se pensó que la acción social de la empresa era lo que pedía el compromiso social como cristiano.

¿Me puede definir en pocas palabras cuáles son los objetivos de ASE?
Como resumen, le puedo decir que entre nuestros objetivos está la difusión y fomento de la aplicación práctica de las enseñanzas sociales de la Iglesia, tanto en la empresa como en el ámbito de la vida económica y social. Y para ello, dar testimonio, personal y colectivo de la fe y de los valores cristianos en el ámbito empresarial.

¿Qué perfiles profesionales tienen los asociados a ASE?
Nuestros miembros son, antes que nada, personas, y luego empresarios y directivos. Profesionales que están en la medida de aplicar la doctrina social de la Iglesia. Pero no sólo directivos privados, también tenemos directivos públicos. El funcionario a ciertos niveles también tiene una responsabilidad ética, y puede aportar valores a la sociedad. Y, en tercer lugar, contamos con los emprendedores, que cada vez ganan más prestigio social.

Y ¿qué creencias conjuntas comparten? ¿cuáles son sus puntos de encuentro?
Nuestra principal misión es comprender y conocer lo que es la doctrina social de la iglesia aplicada al mundo de la empresa, y luego ver cómo se puede hacer llegar a las actividades empresariales del momento. Como el momento es cambiante, siempre se necesita una adaptación de esos principios a la realidad empresarial. que siempre es cambiante. Buscamos ensalzar la labor del directivo y empresario en la sociedad, con valores, con buenos valores. éticos. Valores aplicados al mundo profesional, para tener una presencia positiva en la sociedad. Eso es lo que realmente defendemos, y, por ello, lo que fomentamos desde ASE, no es otra cosa que la existencia de unos valores que hay que aportar a la sociedad, y que entendemos que es lo que aporta la doctrina social de la Iglesia.