Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 297 Abril de 2024

Ángela Ulloa, directora de Proyectos de Fundación Alicia Koplowitz

Antonio Blanco

Es una evidencia que desde la pandemia han aumentado considerablemente los trastornos mentales en niños y adolescentes, debido al estrés, la ansiedad, el propio virus y el aislamiento social. Para combatir y ayudar a paliar estos problemas, la Fundación Alicia Koplowitz ha puesto en marcha dos programas, pioneros en España, de salud mental infanto-juvenil, en colaboración con las Consejerías de Educación y Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Hospital Universitario Gregorio Marañón. La directora de los proyectos, Ángela Ulloa, destaca que ambos ya están implantados, en esta primera fase como programas piloto, en 13 centros escolares públicos -colegios e institutos- de la región madrileña y que han nacido con “vocación de perdurar en el tiempo y podrán ampliarse a otros centros de la Comunidad”.

¿Qué características tienen los programas de salud mental infanto-juvenil que ha desarrollado en la Fundación Alicia Koplowitz?
Por un lado, el Programa de Enlace en Salud Mental para centros escolares, creado en colaboración con el Hospital Gregorio Marañón, tiene como objetivo mejorar la atención de las necesidades de salud mental de niños y adolescentes en su propio entorno escolar, a través de un equipo de profesionales clínicos, del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, que se desplazan a los propios centros, ofreciendo su ayuda a profesores, alumnos y a sus familias. Sus funciones consisten en asesorar a docentes y orientadores para la detección temprana de problemas y para facilitar la integración de alumnos con diagnóstico psiquiátrico; así como en ofrecer evaluación clínica in situ y canalizar y coordinar las citas que fueran necesarias con otros servicios de salud mental. En esta primera fase, como programa piloto, el equipo de enlace trabaja en 13 centros (colegios públicos e institutos), en los distritos de Retiro, Moratalaz y Vicálvaro (área del mencionado hospital).
El segundo programa, de Formación en Salud Mental Infanto-Juvenil para profesores, orientadores y comunidad educativa, creado en colaboración con la Dirección General de Calidad y Bilingüismo, tiene como objetivo ofrecer conocimientos y herramientas para apoyar al personal docente y a la comunidad educativa en su labor de ser parte activa en la promoción de la salud mental de niños y adolescentes. Los cursos están certificados oficialmente por la Consejería de Educación, como parte de la formación del profesorado. La primera edición se ha impartido en 13 centros escolares públicos (programa piloto) a 240 participantes. Actualmente, se ofrece a todos los centros públicos y concertados de la Comunidad y en la segunda edición se han inscrito 780 participantes.

¿Por qué es tan importante la colaboración con las Consejerías de Educación y Sanidad de la Comunidad de Madrid y con el Hospital Universitario Gregorio Marañón?
La incidencia de trastornos mentales en niños y adolescentes se ha incrementado como nunca y sólo con una coordinación plena entre el sistema educativo y sanitario y el trabajo conjunto se puede dar respuesta efectiva a la demanda de atención que supone este aumento. En este aspecto, la Comunidad de Madrid y el Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón han sido una pieza clave para poder llevar a la práctica este proyecto y han demostrado su compromiso e implicación en todo momento.

Según las estadísticas del Informe sobre el Estado Mundial de la Infancia de Unicef de 2021, uno de cada siete adolescentes, de 10 a 19 años, en todo el mundo, tiene un trastorno mental diagnosticado. ¿Es verdad que la pandemia ha contribuido a aumentar los trastornos de salud mental en adolescentes?
Si bien siempre ha habido trastornos mentales como ya he comentado, desde la pandemia su incidencia se ha disparado en niños y adolescentes. Hemos sufrido altos niveles de estrés y ansiedad debido a causas como el propio virus, el aislamiento social, la muerte de algún miembro de la familia, la sensación de vulnerabilidad, la incertidumbre, o la impotencia frente a la imposibilidad de controlar una situación sin precedentes, como la vivida. Todos estos factores han contribuido al significativo aumento de la necesidad de atención en salud mental en etapas tan vulnerables como son la infancia y la adolescencia.
En relación con el informe de Unicef que mencionan en la pregunta, cabe plantearse que lo realmente alarmante es cuántos niños o adolescentes habrá con algún trastorno o con problemas de salud mental que no han recibido ayuda.