Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 296 Marzo de 2024

José Luís González Vallvé, presidente de Tecniberia

[Ana Beotas]

Que uno de los más claros fundamentos del progreso económico es la ingeniería, parece no sólo algo propio del sentido común, sino de la misma naturaleza de las cosas. De todas las asociaciones españolas, la de empresas de ingeniería ha coronado la excelencia. Les hablo, por supuesto, de Tecniberia, una de las más enraizadas en nuestra historia. Con más de cincuenta años de acreditada experiencia, actúa como interlocutor imprescindible en ese necesario e inteligente diálogo entre las empresas y los organismos competentes. ¿Su presidente? Un hombre de estricta y probada formación por la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puerto, (donde también obtuvo el doctorado) que ha sabido construir ciencia y experiencia sobre una sólida base jurídica. Se trata de Jose Luis González Vallvé, cuya base esencial para la vida es tener claro lo que quiere. Buena prueba de ello está en su acrisolada trayectoria: construcción e ingeniería desde la empresa privada, funcionario excedente en la Administración Pública, docente, investigador, funcionario internacional…

¿Desde cuándo presidente de Tecniberia?
Fue en la asamblea del 9 de marzo del año pasado. La sociedad española debería conocer más a fondo tanto el potencial de las ingenierías, como nuestra labor y esfuerzo. Desde que me incorporé a esta casa, todo ha sido un enriquecedor descubrimiento.

¿La formación continuada es clave en este sector?
Para ser un buen ingeniero en España hay que hacer lo que los ingleses llaman el “aprendizaje de por vida”, estar constantemente actualizando los conocimientos. Pero no sólo por las normas técnicas cambiantes, sino también porque los ingenieros tenemos una sólida formación técnica como acredita la competencia de las empresas. Pero es que existen esos otros sectores a los que tendrán que enfrentarse durante su vida profesional, como la gestión de recursos humanos, la informática, los idiomas… En esos ámbitos su formación académica no les da todo aquello que la vida les va pedir. Precisamente estamos ahí para suplir esas carencias.

¿Los retos?
Son demasiados para enumerarlos, pero valga como ejemplo que actualmente estamos resolviendo abastecimientos de agua en Zimbawe, presas en Nicaragua, centrales eléctricas en Taiwán, refinerías en Rusia, autopistas en Vietnam… La investigación, desarrollo e innovación está en nuestro ADN. Por eso es imprescindible que nuestras empresas sean competitivas en el mercado exterior y especialmente fuertes en el interior.

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