Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 297 Abril de 2024

José Carlos Gutiérrez Vigara, consejero delegado de Alma Media

Rosa Monedero

Alma Media es el resultado de la adquisición llevada a cabo en 2010 por un grupo de directivos de la antigua Iceberg Media, una agencia de medios perteneciente a Bergé y Cía. desde 1993. Algo que en el argot financiero anglosajón se conoce como un MBO (Management Buy Out). Así nació Alma Media, una compañía de capital cien por cien español, fundada por un grupo de socios, entre los que destaca José Carlos Gutiérrez Vigara, su actual consejero delegado, acompañado por otros dos profesionales de reconocido prestigio en el sector: Ana Muñoz, quien es ahora su directora general y Óscar Martínez, su director general financiero.

Alma Media es una agencia de medios. ¿En qué consiste su negocio y qué servicios ofrecen a sus clientes? ¿Con qué cobertura geográfica lo hacen?
La función principal de una agencia de medios es gestionar eficazmente y de la forma más rentable posible el presupuesto publicitario del que disponen nuestros clientes. Pero en realidad, a mi me gusta más decir que las agencias de medios son las empresas capaces de gestionar la comunicación de un anunciante hacia el exterior en los diferentes canales que existen. Ahí es donde está la clave. Puede haber más o menos recursos, eso depende, pero la labor fundamental que asumimos es la de decirle a un cliente por dónde debe vehicular su comunicación para dar con los públicos que le interesan, a los que dirigen sus productos o servicios. Y eso, que parece algo más bien sencillito, es cada día más complicado, porque las audiencias se han ido fragmentando muchísimo a medida que los canales de comunicación han ido aumentando, sofisticando y cambiando de una manera tan fuerte. A esto hay que sumar que la comunicación se ha hecho cada vez más multidireccional y esa multiplicidad de factores hace que las combinaciones sean muchísimas y sea muy necesaria nuestra labor. De hecho, creo que se comete un grave error cuando se centra la actividad del anunciante y de las empresas al invertir en lo más barato posible para alcanzar una mayor rentabilidad. Las cosas hay que pensarlas mejor. No hay otra solución. Los atajos no conducen, por regla general, al éxito y esto hay que tenerlo muy presente en nuestro negocio.