Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 297 Abril de 2024

Gerardo Cuerva Valdivia, presidente de CEPYME

Paloma Serrano

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa se constituye al amparo de la Ley Sindical de 1 de abril de 1977, reguladora del asociacionismo sindical y en el contexto de la transición política. En diciembre de 1977 se celebra en Zaragoza la primera Asamblea General Extraordinaria de la Confederación, que en ese momento cuenta ya con 23 federaciones provinciales y cerca de 300.000 empresas asociadas. Sus objetivos, desde su nacimiento, han sido la defensa de la libre empresa y la representación ante los poderes públicos e instituciones privadas de los intereses de las pequeñas y medianas empresas españolas.
Firme defensora también desde sus inicios de la unidad empresarial, en marzo de 1980 CEPYME y CEOE firman el acuerdo que garantiza dicha unidad y que ha sido uno de los mayores logros del asociacionismo empresarial en nuestro país.

¿A quién agrupa CEPYME actualmente, con qué representatividad en el colectivo empresarial y cuáles son sus principales funciones?
Representa y defiende los intereses de las pymes y de los empresarios autónomos españoles ante los poderes públicos y la sociedad en general. Integra, con carácter voluntario, a cerca de dos millones y medio de pymes y empresarios autónomos de todos los sectores de actividad y de todos los territorios, siendo por ello la organización empresarial más representativa en el ámbito estatal y el interlocutor social representativo de las pymes.
Actúan en defensa de los intereses de la pequeña y mediana empresa y de los empresarios autónomos.

¿Cómo son sus relaciones con las Administraciones Públicas, agentes sociales y organismos e instituciones diversas y con CEOE?
Como organización de ámbito nacional representativa de las pymes y de los empresarios autónomos, mantenemos contactos fluidos y permanentes con las distintas Administraciones públicas, instituciones públicas y privadas y organismos nacionales e internacionales ante los que defendemos los intereses de las pymes y aportamos nuestros análisis y propuestas. En el ámbito de la interlocución social participamos en las diversas mesas de diálogo social, tanto bipartito como tripartito, y en la negociación colectiva, donde estamos en la negociación de miles de convenios colectivos.
Asimismo, tenemos representación institucional en distintos organismos públicos y privados, en los que se dirimen cuestiones relacionadas con la empresa, el empleo, la formación y demás aspectos sociales de interés empresarial.

¿Qué actividades y servicios más relevantes reciben sus asociados?
Las pymes y los empresarios autónomos están integrados en CEPYME a través de sus organizaciones miembro, de ámbito territorial y sectorial. La labor de estas organizaciones es imprescindible para representar y defender los intereses de las empresas en cada uno de los sectores de actividad. La unión y el trabajo conjunto de estas organizaciones es lo que nos hace fuertes y eficaces en la representación y defensa de los intereses comunes de nuestras empresas y más eficaces en la detección de sus necesidades y demandas y en la elaboración de nuestros análisis y propuestas para mejorar el marco en el que se desarrollan sus actividades.

¿Cómo ve la actualidad de las pymes españolas y cuáles son sus retos más importantes para el futuro más inmediato?
Las pequeñas y medianas empresas están todavía en proceso de recuperación, tras ser las más perjudicadas por la crisis económica, que provocó la desaparición de más de 300.000 pymes, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo. Los efectos de la recuperación se han ido notando paulatinamente en los resultados de las empresas, pero todavía muchas de ellas están en pérdidas y atraviesan situaciones muy complicadas y condiciones adversas para mantener en funcionamiento sus negocios.
La experiencia demuestra que las pymes son las primeras en sufrir los efectos de los reveses económicos y las que más tarde empiezan a sentir los de la recuperación. Por ello, es preciso actuar con cautela y adoptar las medidas y reformas necesarias para consolidar la recuperación y evitar cualquier retroceso en la misma.
En estos momentos, las expectativas de nuestras empresas son moderadamente optimistas, en tanto la economía mantiene un ritmo de crecimiento que, pese a la anunciada ralentización, nos permite confiar en que la situación va a seguir por el buen camino. No obstante, como he indicado, es preciso no relajar los esfuerzos para mejorar nuestro entorno normativo y regulatorio, en especial el que afecta a las pymes, y acometer las reformas estructurales necesarias para impulsar la economía y el empleo. Y para ello es imprescindible contar cuanto antes con un Gobierno estable, que despeje el horizonte de incertidumbres que penalizan la inversión y la creación de empleo.