Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 297 Abril de 2024

Ángel Asensio Laguna, presidente de Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid

Juan Comas

La Cámara de Comercio de Madrid fue creada en 1887. En los años de los gobiernos reformistas de Amadeo Sagasta, donde el empresariado madrileño había ido forjando instituciones como la Sociedad Económica Matritense o el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial que, junto con la Asociación Fabril y Manufacturera de España se fraguó el nacimiento de la Cámara. Los objetivos eran principalmente el rechazo del corporativismo, la promoción de los intereses generales de la economía nacional, y la defensa de la economía de mercado.

¿Cuáles han sido los principales hitos de la Cámara de Madrid en estos años?
El asentamiento definitivo de las Cámaras llegó en 1911 con la Ley de Bases, que las reconoció como Corporaciones públicas dependientes del Ministerio de Fomento, quedando convertidas en cuerpos consultivos de la Administración.
A partir de 1950 la Cámara de Madrid comenzó a impulsar la apertura al exterior, apostando firmemente por la integración española en Europa. Durante estos años, las Cámaras facilitaron y fomentaron los intercambios económicos a través de las más de 10.000 cámaras existentes en el mundo, adelantándose, incluso, a las oficinas diplomáticas cuando no existían relaciones comerciales con ciertos países. Durante la transición, las Cámaras fomentaron el nacimiento de la patronal, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), con funciones distintas, y bien definidas respecto de las Cámaras.
La Cámara de Madrid también impulsó el desarrollo de unos recintos feriales de alto nivel para favorecer el desarrollo empresarial de la Comunidad. El éxito de este tipo de certámenes fue tal que los antiguos recintos en la Casa de Campo se vieron desbordados, lo que manifestó la necesidad de dotar a Madrid de unas infraestructuras modernas: el actual Ifema, convertida hoy en la primera institución ferial española y una de las primeras en Europa.
Y no podemos olvidar que en 2010 se eliminó el Recurso Cameral Permanente que suponía la principal fuente de financiación de las Cámaras, por lo que de esa financiación pública se pasó a una financiación privada con los recursos propios que cada Cámara pudiese generar, lo que ha supuesto el afrontar una reestructuración total de estas corporaciones.

El pasado 24 de abril, el Pleno de la Cámara le eligió presidente por unanimidad y al término del mismo declaró que la entidad debe ser ejemplar en la prestación de servicios a las empresas. ¿Nos puede mencionar los más significativos que prestan?
Tenemos un amplio abanico de servicios dirigidos a impulsar la internacionalización y la competitividad de las empresas, como vía de crecimiento y expansión, fomentar la creación de empresas y su desarrollo a través de servicios adaptados a sus necesidades, orientar a las compañías hacia la innovación y la mejora de su productividad, mejorar la cualificación y la formación del capital humano en todas las áreas de la empresa, así como promover la resolución de controversias empresariales de forma ágil a través de la mediación o el arbitraje, y ofrecer servicios de certificación y homologación.

Es usted un empresario de éxito y un firme creyente en el asociacionismo empresarial. ¿Cuáles son las líneas maestras que ha diseñado para la nueva etapa de la Cámara?
Lo primero que hemos realizado ha sido empaparnos de la situación real de la Cámara para, en base a ello, diseñar un plan estratégico que parte de establecer dónde estamos y determinar dónde queremos llegar.
Uno de los objetivos que nos hemos planteado es modernizar la institución, convertirla en un referente en atención y calidad para las empresas y así con la implicación del personal lograr que la entidad sea un instrumento útil de servicios hacia los empresarios.
Además, apostaremos por aquellas líneas de negocio que más retorno tienen para la Cámara y las que más nos demandan las empresas. Y, por supuesto, crearemos otros servicios nuevos como los que tengan que ver con ayudar a las empresas en su proceso de digitalización.

¿Cómo piensa que se puede comportar la economía española el próximo año? ¿Y la madrileña?
La economía madrileña continúa dando síntomas de fortaleza. Nuestro PIB registró un incremento del 3,9%, por lo que encadena más de cuatro años de crecimiento, estamos por encima de la media española. Este liderazgo también se manifiesta en la creación de empresas, con el 22,5% del total nacional en lo que va de año. Igualmente en inversión extranjera la Comunidad de Madrid se sitúa a la cabeza, ya que captó en 2017 el 61% del total de la inversión extranjera en España. En los primeros seis meses de 2018 incluso se ha superado esta cifra al alcanzar más de un 70% del total.
Todas estas cifran ponen de relieve la fuerza económica de la Comunidad de Madrid.
En cuanto a la economía nacional, parece que predomina la ralentización. Diferentes organismos han revisado las previsiones de crecimiento de España a la baja debido sobre todo al empeoramiento de la evolución de los mercados exteriores y por el encarecimiento del petróleo.
En este escenario se debe prestar especial atención a quienes realmente generan riqueza y empleo, las empresas y, en concreto, las pymes: las primeras generadoras de empleo.