Bienvenido a Sector Ejecutivo, revista de Economía y Empresas / España, Nº 297 Abril de 2024

Cristina Gil Rey, directora general de Milbrait

Paloma Serrano

Milbrait surge en 2015 y se registra como marca en 2016. Es una consultora tecnológica que presta asesoramiento en tecnología a mediana y gran empresa.
Entre sus clientes está el sector público y el sector privado. Sus servicios son de asesoramiento en optimización de procesos, transformación digital, formación y prescripción tecnológica. También ayuda a empresas tecnológicas a alcanzar acuerdos estratégicos a nivel nacional e internacional.

Ustedes organizan regularmente encuentros empresariales. ¿Sobre qué tratan? ¿Cuáles son sus fines?
Nuestros encuentros empresariales tienen como finalidad dar a conocer nuevas tecnologías entre ceos y directores generales de empresas. Existen encuentros donde se realiza cierta publicidad y contamos con patrocinios, como, por ejemplo, de Audi y existen otros donde por petición de los participantes no se realizan fotografías ni se comparten en redes sociales.
Se trata de encuentros en lugares exclusivos y de perfil boutique donde los participantes suelen sentirse muy cómodos. Además, en este contexto suelen surgir sinergias y las empresas suelen colaborar para llevar a cabo proyectos en común.
En el último que realizamos el pasado 11 de junio en el hotel Hilton en Coruña, contamos con Gabriel López Serrano director de Asuntos Regulatorios de Microsoft, José Miguel Zaldo y Daniel Prieto, presidente de Ageinco.

¿Cómo definiría usted el papel de la tecnología en las empresas y su repercusión tanto en la parte de los costes como de los ingresos?
El conocimiento y el uso de la tecnología es una parte indispensable. En el momento actual, somos plenamente conscientes de que las empresas que no asuman la transformación digital no serán competitivas.

¿Están las pymes españolas realmente concienciadas de la importancia de la tecnología en sus procesos? ¿Cómo ven ustedes que la están adoptando?
Afortunadamente sí, las empresas han tomado consciencia de la necesidad de apoyarse en la tecnología para continuar dando servicio y para optimizar procesos en sus equipos.

¿Dónde se ha formado y en que se ha especializado?
Mi formación de base es el Derecho. Posteriormente he ido adquiriendo más conocimientos en Derecho Farmacéutico con la Fundación Esame, con la Escuela de Negocios y Dirección de Madrid en comunicación empresarial y marketing digital.
Pero, sin duda, el punto de inflexión en mi carrera profesional ha sido con las formaciones del Instituto Tecnológico de Massachussets sobre transformación digital y sobre inteligencia artificial.
Colaboro como docente en la Universidad de Vigo y en la Escuela de Pensamiento Computacional del Ministerio de Educación

Cuéntenos en detalle cómo la Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a pequeñas y medianas empresas en sus procesos de crecimiento y expansión de negocio.
La Inteligencia Artificial, como sabe, se alimenta de datos preparados a tal efecto, por lo que se requiere un trabajo previo antes de lanzarnos a implementar sistemas con IA.
Actualmente, ya existen muchas empresas que utilizan la IA, por ejemplo, en una de sus áreas concretas en procesamiento del lenguaje natural utilizando asistentes de voz o sistemas de traducción automática.
He visto que las empresas son más receptivas a utilizar sistemas de optimización de procesos, fábricas, pymes que quieren tener un mayor control etc., por ejemplo, la herramienta del digital twin.
Un gemelo digital, digital twin, es una simulación fidedigna de nuestra empresa y podemos verlo en nuestro ordenador en tiempo real; esta tecnología se ha implementado y ha evolucionado mucho durante la pandemia porque las fábricas han necesitado aumentar capacidades y realizar un gran análisis de datos.
El gemelo digital era citado como Gardner, como una tecnológica estratégica y ahora mismo es una realidad en muchas empresas.

Háblenos de las diferencias entre el Internet de las Cosas (IoT), Internet de Todo (IoE) y el Internet de Comportamiento (IoB).
Cómo sabe, existen numerosos dispositivos recogiendo datos, dispositivos que solemos denominar inteligentes, como, por ejemplo, nuestro teléfono móvil.
Estos datos son recogidos por sensores, por ejemplo, de un depósito de agua donde medimos el nivel del agua, turbidez, etc. hablamos de Internet de las Cosas.
Cuando lo que recogemos con esos datos son comportamientos de un usuario, lo denominamos IOB, Internet del Comportamiento.
Mientras que, en el IOE, el llamado Internet del Todo reúne datos de procesos y datos de personas